marzo 29, 2024

 “Lo que nos mete en

problemas no es lo que

no sabemos, sino lo que

creemos que sabemos,

pero no sabemos”.

Mark Twain

Por J. Gerardo Rodríguez Rdz.

Estamos leyendo los datos que publicó el INEGI sobre el crecimiento económico en el segundo trimestre del año, es normal que los inicios de sexenio la economía se desacelere; sin embargo, los datos muestran que no habíamos tenido un arranque tan complejo y difícil, solo por encima de 1994 por la crisis económica. El dato preocupante es que en la suma de los dos trimestres el resultado es cero.

El gran problema de México siempre ha sido y, parece que seguirá siendo, el crecimiento económico, lo curioso es que en esta ocasión ni siquiera el crecimiento de Estados Unidos, del cual siempre nos colgamos, ahora no lo hacemos. El crecimiento económico es necesario como un elemento necesario para después pensar en desarrollo y bienestar.

La lectura del 0.1 % este trimestre se puede ver desde dos perspectivas, la primera es desde la perspectiva de AMLO, la segunda desde la óptica de la crítica. Revisemos.

La perspectiva del presidente es como aquella serie juvenil de inicio de los noventa “Salvado por la campana”, en la suma del decrecimiento del primer trimestre y el dato del segundo trimestre es cero. Esto le da al discurso, de que los adversarios y fifís que querían que el país cayera en recesión, no pasó. Es un triunfo en la amnesia de “los otros datos”; es decir, le da narrativa a su discurso.

La otra óptica. México siempre ha tenido problemas con el crecimiento, en pocas palabras ha sido mediocre; pero la matemática es brutal y descarada, no es lo mismo crecer mediocre que no crecer. Considero que la situación en la que estamos es por muchos factores, algunos como la inseguridad que es un tema heredado ciertamente; pero otros como las decisiones de política pública que se toman y la omisión en otras.

Tenemos las decisiones ampliamente discutidas en este espacio a inicio de sexenio; del aeropuerto, de inyectar dinero a PEMEX, de invertir en temas que no van a ver resultados (y lo dudo) en más de siete o diez años como lo es la refinería, además de la falta de inversión en temas de infraestructura. Por el contrario, los indicadores de inversión pública y privada están cayendo al paso de los meses en lo que va del sexenio, y las decisiones y líneas discursivas del presidente desalientan la inversión, que son elementos que incrementan los indicadores de crecimiento económico.

El actual presidente se la pasó su vida pública criticando las acciones gubernamentales y asumía siempre que cuando él estuviera en la posición que está lo haría mejor. Esto en lo personal me parece difícil de entender de un personaje que se preparó toda su vida para gobernar y estar en la presidencia. Si personajes como Zedillo que llegaron al estilo de la carambola resolvieron problemáticas muy complejas, esperaría que alguien que toda la vida se preparó para estos momentos no lo haga; y el lenguaje corporal del presidente indica incomodad, aunque el discurso sea diferente; pero en lo interno no están nada satisfechos.

Sumado a lo anterior, el despido del titular de CONEVAL porque no se prestó a evaluar de la manera que quería presidencia las políticas sociales es un indicativo que anticipan que necesitan maquillar cifras para demostrar que la 4T funciona, no nada más en el discurso. El problema es quienes miden son independientes o autónomos, pero ya hizo cierta presión en Banco de México, lo hará en INEGI pronto, el CONEVAL se estará involucrando, y como a las calificadoras no las puede domar, las desestima y las ataca con la diatriba de su desprecio.

El tema toral de esto es que el presidente y su equipo no saben que no saben, y en algunos casos no entienden que no entienden; en el mejor de los casos, suponen que pueden hacerlo diferente. El resultado es cero.

En las mismas.

El pedir la extradición del criminal de El Paso por las autoridades mexicanas para que sea juzgado en nuestro país por la muerte de connacionales es romántica. Pero como todo lo que pasa en la actual administración, el Canciller Ebrard se mostró errático, sin planeación, improvisado y ocurrente. El país es el mismo, pero ahora con cero crecimiento.

Carpe Diem

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Verificado por MonsterInsights